"Jess
Franco, Jesse Franck o Jess Frank son sólo tres de los casi 60 seudónimos que a
lo largo de su vida profesional ha utilizado este actor, guionista, director,
compositor, montador y músico. De
familia numerosa –el menor de ocho hermanos– fue criado por una de sus hermanas
y por su cuñado, el escritor Julián Marías, quienes le enseñaron a apreciar la
literatura y todas artes en general.
Sus
dudas sobre su porvenir, ha contado el propio Franco, le llevaron a estudiar un
poco de derecho, un poco de filosofía, un poco de música y un poco de cine en
el IEEC. En éste último no superó el segundo curso de realización por lo que
decidió viajar hasta Francia dónde se dedicó a vivir y, sobre todo, a “ver todo
el cine del mundo”.
A
su regreso trabajó con Bardem y entró como delegado de producción en el equipo
de Ágata Films contratado por José Luis Dibildos, quien le ofreció la
oportunidad de debutar como director en 1959 con “Ya tenemos 18 años”, un guión
propio.
En
1961 rueda su segunda película Labios rojos e inicia su carrera dentro del
género de terror. De esa etapa su mejor película será Gritos en la noche, también del mismo año.
Entre
escribir y dirigir, en estos años todavía sacaba tiempo para dar vida a
personajes singulares, como por ejemplo el Venancio de El extraño viaje dirigido por uno de sus directores favoritos, Fernando Fernán Gómez. Los
problemas con la Junta de Calificación –la censura– le obligan a exiliarse de
forma voluntaria en Francia, donde comenzará a producir sus siguientes
películas.
Su
ritmo de trabajo es difícilmente superable, estableciendo un record de 10
películas por año en 1973. Desde entonces, y ya
antes, ‘el tío Jess’ extiende su fama de director rápido y eficiente, capaz de
hacer auténticas maravillas con presupuestos ajustados. Sin embargo, para la
crítica y para buena parte del mundo del cine español, ha sido durante largos
años un director maldito. Algo cambia en los años 90 cuando directores
comerciales como Tarantino, en EE.UU., y Álex de la Iglesia, en España,
reconocen ser admiradores y deudores de la obra de Jess Franco. A partir del
año 2000 no para de recibir homenajes y ciclos, gracias a una legión de fans y
cinéfilos. Infatigable y enamorado de su trabajo, no ha parado de trabajar ni
en sus peores momentos. Entre
sus múltiples facetas, destaca su talento como compositor y amante del jazz,
algo que le ha permitido componer la música de muchas de sus películas.
En 2008 recibió uno de sus premios más queridos, el Goya de Honor a toda una
carrera dedicada por completo al cine."
No hay comentarios:
Publicar un comentario