Era cuestión de tiempo –poco– que los productores de Resacón en Las Vegas aprovechasen la gallina de los huevos de oro en se había convertido su película –en 2009 la película más taquillera para mayores de 16 años, con el beneplácito de la crítica que les obsequió con un Globo de Oro al Mejor Comedia / Musical– para llenar las arcas con una segunda parte.
A quienes se acerquen hasta este Resacón 2, ¡Ahora en Tailandia! más les vale que no esperen originalidades, porque no las hay. Esta segunda parte repite, además de director, Todd Phillips, elenco, esquema, estructuras y situaciones. No hay nada nuevo, o mejor dicho, sí: que en su periplo por la noche tailandesa los guionistas se han saltado a la torera todas las ataduras sexuales a las que el cine de Hollywood nos tiene acostumbrados. Los tres desmemoriados juerguistas utilizan esta vez como disculpa la boda de otro de sus amigos para repasar muchos de los cliches tailandeses: desde la omnipresencia silenciosa de los monjes budistas, hasta los enfrentamientos con los duros antidisturbios tailandeses, pasando por el tan manido, y realista, turismo sexual y transexual.
Sin superar el gamberrismo de su primera propuesta, como mínimo, los gags y los diálogos nos garantizan momentos descacharrantes –menos de los que cabría esperar- y entretenimiento asegurado. Primitivo: sí. Divertido: también. El casting vuelve a funcionar con los mismos Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis, Justin Bartha y Ken Jeong , a los que se les añade Paul Giamatti y un breve cameo de Mike Tyson.
Dicen que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas, pero que nadie se sorprenda si después de arrasar Bangkok, los productores trasladan su franquicia y, por poner un ejemplo, dentro de dos años asistimos a un viaje-party en la que los tres amigos sodomizan a lo más granado de la sociedad ibicenca en las pistas de Amnesia o Pachá.
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