Llega una de las películas más aclamadas en la reciente edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges, ganadora del Premio del Público y Premio de la Crítica. Attack the block pertenece, en toda regla y circunstancias, al género de invasiones extraterrestres, aunque con muchos matices. El primero es que se trata de una película profundamente británica. Lo es por jerga, por un grupo de personajes extraídos de series como Misfits o The Fades, y por el humor que destila. Su director, Joe Cornish, se ha gestado en la misma escuela que Simon Pegg y Nick Frost –responsables de películas tan sanas y divertidas como Zombie´s Party o la reciente Paul– y por eso su guión destila abundantes dosis de grueso humor negro.
Cornish, por si fuera poco, ha demostrado su talento escribiendo, dirigiendo y actuando como protagonista en series como The Adam & Joe Show, todo un clásico de la comedia británica, y por si eso fuera poco ha colaborado en el guión –seguramente en las partes más gamberras– de Las aventuras de Tintín: el secreto de unicornio.
Con ese bagaje ha debutado en la gran pantalla poniendo en marcha esta divertida y gamberra, por momentos, aventura de alienígenas peludos capaces de atormentar a un grupo de jóvenes pandilleros adolescentes y delincuentes de un bloque de viviendas suburbial.
Attack the block es, por derecho propio, cine de serie B adaptado al estilo y las costumbres de nuestro siglo: sostiene una trama un tanto inverosímil –tan inverosímil o más que la de Spielberg y Abrams en Super 8– con unos efectos y una acción más que solventes –cuanto menos se enseñe mejor– , con una modestia presupuestaria que cubre perfectamente el expediente y que termina por antojársenos resultona.
No es la película de la temporada. Ni lo pretende. Es sólo una diversión un tanto deslenguada e insolente que en algunos momentos deja implícitos determinados agujeros sociales de las zonas más abandonadas de esa gran urbe llamada Londres. Todo eso lo ha hecho Cornish y sus productores con muy poco dinero y sin estrellas: confirmado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario