Los seguidores de Natalie Portman ya se pueden preparar para pegarse el gran atracón, porque según parece la actriz está de moda, al menos en España. O eso es lo que piensan los distribuidores de esta película, y por eso, han decidido triplicar la ración doble de la que ahora mismo disfrutamos merced a Sin compromiso y Black Swan. Sin duda el mayor atractivo de esta oportunista película es la presencia de una actriz que continúa de forma admirable su proceso de madurez personal y artística. Natalie Portman es el cien por cien de la película. Su presencia llena la pantalla lo suficiente para que nos olvidemos, en varias ocasiones, de la poca entereza que tiene la historia.
El drama, adaptación de la novela homónima de Ayelet Waldman (Love and Other Impossible Pursuits), intenta profundizar en los lazos emocionales que se establecen en un nuevo modelo familiar en el que la que era amante pasa a convertirse en esposa, así como en las relaciones entre el nuevo hijo y su nueva madre. Don Roos, director y responsable de la adaptación del libro, crea un ambiente desasosegante por momentos gracias al dolor que provoca la muerte de una hija de apenas ocho días. Sin embargo, obstaculiza el desarrollo de la historia repitiendo secuencias con idéntica información y haciendo que la historia dure más de lo que debería.
Lisa Kudrow y Scott Cohen conforman el resto de un breve reparto que hace este drama un poco más llevadero. Y un aviso a navegantes: El amor y otras cosas imposibles será la tercera ración de Natalie Portman, pero no la última. Dentro de unos días nos llegarán, por este orden, sus más recientes aportaciones al cine de acción: Thor, la gran aventura del héroe del cómic, a la que añadiremos muy pronto Caballeros, princesas y otras bestias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario