viernes, 23 de noviembre de 2012

Se nos ha ido José Luis Borau, director, entre otras de "Furtivos"

Según publican los diarios, José Luis Borau, Director, productor, guionista, escritor, presidente de la Academia de Cine, ha muerto hoy viernes 23 de noviembre a los 83 años de edad. Este texto forma parte del libro Atlas Ilustrado del Cine Español que publiqué en Susaeta en 2009.

"José Luis Borau (1929) nace en Zaragoza, se licencia en Derecho y comienza a ejercer como crítico de cine en “El Heraldo de Aragón” hasta 1956. Ese año viaja a Madrid para estudiar cine en la Escuela Oficial de Cine, todavía IIEC. Sus primeros trabajos son dos encargos a cual más singular: “Brandy” (1964) un spaguetti-western rodado en Almeria y que el director firmó como J.L. Boraw, y “Crimen de doble filo” (1965), un policíaco. Durante algunos años alternará su trabajo en publicidad con la producción de documentales y la escritura de algún que otro guión –“Mi querida señorita” (1971)– hasta que en 1973 y a través de su propia productora dirige “Hay que matar a B” y “Furtivos”. Ésta última es quizá su obra más personal y comprometida de su primera etapa como director. Dedicado durante años a tareas de producción y de escritura, vuelve al cine en 1979 con “La Sabina”, para iniciar una breve carrera en Estados Unidos donde su película “Furtivos”.



Furtivos surge de una idea primigenia de Borau con la que pretendía unir dos elementos: un bosque, con la imagen subyacente de que toda España había sido un bosque, y Lola Gaos, la actriz, un personaje en sí mismo. Con ese punto de partida, Manuel Gutiérrez Aragón y el director construyeron la historia de una madre, el personaje de Lola Gaos, capaz de devorar a su propio hijo. Esa devoración simbólica, transcurre en un entorno rural en el que conviven y mantienen una relación incestuosa, Martina y Ángel, madre e hijo respectivamente. Un día, el hijo, un cazador furtivo apodado “Ángel el alimañero”, en uno de sus pocos viajes a la ciudad, conoce a Milagros, una joven que se acaba de escapar del reformatorio y a la que Ángel acoge en el pueblo. La madre no acepta de buen grado su presencia y la denuncia, pero Ángel, enamorado, está dispuesto a casarse con tal de que Milagros se quede con él. La vida de los tres personajes se ve truncada por la presencia de “El Cuqui”, el novio delincuente de la joven que acaba de salir de la cárcel. La idea del bosque –naturaleza cruel e implacable– como lugar en el que un grupo de personajes son devorados, acosados o perseguidos, es tal vez una de las constantes de la historia.
Para dar vida a esos personajes Borau hizo un cásting singular, sin estrellas y con actores prácticamente desconocidos: Lola Gaos, en su primer protagonista en el cine; Ovidi Montllor, por esas fechas cantautor catalán; y Alicia Sánchez, en uno de sus primeros trabajos, al igual que Ovidi Montllor, que por esas fechas ejercía como más como cantautor que como actor. Reservándose un pequeño papel de “malo” –el Gobernador– para él mismo. A la película se le ha colocado durante años el marchamo de “película de la transición”, aunque el director siempre ha reconocido que Furtivos se concibió y se rodó durante el franquismo. Y lo que es más, el propio Borau se negó a cambiarla o a retocarla, tal y com le solicitaba la censura."


Extracto del libro Atlas Ilustrado del Cine Español (Ed. Susaeta, Madrid 2009). 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

“Dredd”, violencia y fidelidad

Es una costumbre del cine repetir una y otra vez las películas pensando que, tal vez, las nuevas generaciones necesiten conocer –de nuevo– los mitos con los que sus padres han disfrutado –en ocasiones padecido– en las salas de cine. Esta semana le toca el turno al Juez Dredd, personaje que ha perdido por el camino el Juez, y que en realidad se trata más bien de una reactualización del cómic, esta vez, como no, en tres dimensiones.
Hace 17 años, un Sylvester Stallone en plenitud de facultades, convertido en ídolo vigoréxico del cine de acción deleitaba a sus fans –entre los que no me encuentro– dando vida a un inapelable, escueto y e hiperviolento Juez Dredd. Los productores –y seguramente el propio Stallone– optaron por traicionar al mito haciendo que su personaje apareciese durante casi toda la película sin el pertinente casco de Juez. La razón: sería imperdonable no ver la cara de la estrella que ha cobrado 15 millones de dólares por aparecer en la superproducción (curiosamente, el mismo salario como actor que ha percibido en Los Mercenarios 2).
Esta vez, los productores, el guionista, Alex Garland, y el director, Pete Travis, han optado por ceñirse mucho más al cómic original, ubicando su relato en un apocalíptico futuro ciberpunk en el que un grupo de malos, comandados por Lena Hadey (Juego de Tronos), se encarga de distribuir por toda la ciudad una droga que consigue ralentizar el tiempo. Esta vez Karl Urban –al que hemos visto en El mito de Bourne y en El señor de los anillos, casi siempre de secundario–, libre de los enconsertamientos de Stallone, no ha puesto pegas a mantenerse fiel al personaje y de ese modo su personaje no se quita el casco ni una sola vez: algo que no le impide mostrar una evolución del personaje, que a su pesar, se volverá más humano pero sin necesidad de perder todas sus cualidades violentas que le permitan salir airoso de la hazaña. La acción está bien dirigida y, aunque los personajes resultan algo planos y arquetípicos, la historia es lo que es: una película de acción, con muchos tiros, muchas balas y que no deja resquicio para la respiración.
Sin ser una gran producción –se nota el talento de los creadores de espacios virtuales–, este Dredd permite un acercamiento más fiel para aquellos que desconocen el cómic del impasible juez del mentón y, probablemente, dejé a sus fans un poco más satisfechos.




"Un buen partido", Jessica Biel y Gerard Butler en una comedia de ex

Gabrielle MucinoEn busca de la felicidad, Siete almas, L'ultimo bacio– dirige a este grupo de estrellas comandadas por Gerard Butler y Jessica Biel en una comedia romántica que promete, de entrada, ser entretenida. Dicen que está Uma Thurman aunque en el trailer no hay ni un sólo plano suyo. Y también, y a estos sí que se les ve, Dennis Quaid y Catherine Zeta Jones. Como trasfondo, la peripecias de un ex jugador de fútbol –sí es fútbol y no soccer–, ex comentarista deportivo y ex padre, en busca de una segunda oportunidad con su ex esposa. El argumento tiene poco de original, así que más le vale ser entretenida.

martes, 20 de noviembre de 2012

MADMENÍZATE, el lunes 26N en la FNAC



El próximo lunes, 26 de noviembre a las 22:00h, Fnac Callao abrirá sus puertas para celebrar el lanzamiento de la 5ª temporada de MADMEN.

A la fiesta podrán entrar todos aquellos que acudan vestidos como los personajes de la serie. Con motivo del lanzamiento de la 5ª temporada de MADMEN, en dvd y Bluray.

Allí encontrarán multitud de sorpresas, como regalos directos a los 50 primeros compradores, sorteos, copas, caracterización, animación... y muchas cosas más que se irán desvelando a través de las redes sociales de Fnac. Para más información, consultad el blog de Fnac Callao pinchando aquí

jueves, 8 de noviembre de 2012

"Mátalos suavemente", la mafia en recesión

Hay, en este tercer trabajo del neozelandés Andrew Dominik, un intencionado aroma a cine negro –eso que algunos esnobs y cinéfilos llaman film noir– lo que le confiere, casi sin desearlo, un halo de película de culto, a la que tal vez los distribuidores, y por ende el público, no le presten las debidas atenciones. A pesar de que en el reparto se encuentren estrellas como Brad Pitt. Una pena, porque Mátalos suavemente, utiliza el adjetivo de su título para enredarse en el cerebro y las entrañas de quien la ve, dejando esa extraña y agradable sensación de buen cine.

No estamos ante una obra magna, no es ni El Padrino, ni Uno de los nuestros, ni Los Soprano, pero tampoco le quedan tan lejos. Tiene todo lo bueno de ellas: una descripción de personajes amplia, detallada, sin artificios de cámara estilo Guy Ritchie, que se completa con intensas conversaciones rodadas en la más estricta austeridad, en primeros planos en los que el director permite a su grupo de grandes actores demostrar talento y versatilidad. Y por supuesto su argumento –matar a los responsables del robo de una partida de póker–, una muestra de las fuentes del cine negro en las que bebe Mátalos suavemente. Todo ello envuelto en un estilo visualmente atractivo, quizá sin el sofisticado estilismo de Drive, pero con una elegancia más que digna. Un sello a caballo entre el Tarantino de Reservoir Dogs y el Scorsese de Malas Calles es el que da forma a un relato redondeado por un grupo de actores bien elegidos y mejor dirigidos. Y aunque es innegable el peso de Brad Pitt en el reparto, junto a él destacan, a la misma altura, James Gandolfini, Ray Liotta, Richard Jenkins y Scott McNairy

Andrew Dominik parte de un material interesante: la novela Cogan’s Trade del norteamericano George V. Higgins. Dominik incide en la zona negra y gangsteril, pero no se olvida del contexto social: el trasfondo de crisis que afecta toda la sociedad, y por qué no, al mundo de la mafia y los sicarios. Porque también ahí se notan los recortes y las carencias económicas y laborales. De ahí que algunos de sus diálogos recuerdan más a arengas de políticos o empresarios preocupados por el país y la economía, que a la simples charlas de barra. Una zona crítica que evidencia el protagonista, Jackie Cogan, al sentenciar en el epílogo de esta magnífica película que “Estados Unidos no es un país, sino un negocio”.

martes, 6 de noviembre de 2012

"Looper", entretenidos viajes en el tiempo.

Los viajes en el tiempo han sido tema recurrente en el cine y seguramente lo serán de cientos de películas. De ellas, sólo unas pocas perdurarán y se mantendrán como clásicos, o al menos como filmes de culto sobre los que se hablará durante mucho tiempo. Le ha pasado al Regreso al futuro, a Terminator, a 12 monos, y quizá también le suceda a Looper.

Su director, el californiano Rian Johnson, ya mostro parte de su talento como cineasta en su ópera prima, Brick, un extraño y singular producto de cine negro moderno con el que deleito en festivales como Sundance –Premio Especial del Jurado “por su original visión” en 2005– o en Sitges ese mismo año, donde se llevó el Premio Ciudadano Kane al Mejor Director Revelación. Quizá por eso la enorme altura en la que se le había colocado el listón cinematográfico creaba serias dudas sobre su segundo trabajo. Pues duda resuelta: Johnson ha demostrado que la apuesta de todos los festivales por lo que se paseó con Brick no era la fanfarronada de un debutante, sino la clase de un cineasta que controla perfectamente los entresijos del cine policíaco de acción. Looper es menos original y sorprendente que Brick y, en cierto momentos, resulta hasta demasiado predecible, pero a cambio es sumamente entretenida y visualmente brillante. Es más comercial –la presencia de Bruce Willis así lo atestigua– pero el toque de Johnson hace que Looper sea algo más que un mero producto de aventuras: su juego musical, sus movimientos de cámara, sus primeros planos –aprendidos sin duda del cine de Sergio Leone– y su exquisito gusto para no abusar de los efectos digitales y especiales, son algunas de las virtudes que permiten al espectador disfrutar durante las casi dos horas que dura la película.

Tal vez Bruce Willis o Joseph Gordon-Levitt no sean las caras que uno desearía ver dando vida a sus dos protagonistas. En el caso del primero porque su paso por los viajes en el tiempo –12 monos– nos predispone, y en el de Gordon-Levitt porque su aspecto de chulo de anuncio de colonia nos recuerda, excesivamente al Ryan Gosling de Drive. Pero su trama bien tejida y la presencia de Emily Blunt y Jeff Daniels –por desgracia breve– hacen que entremos en el juego de Johnson con un guión eficiente y muy ameno, que quizá sea el preaviso de una magnífica tercera película.