"José Luis Borau (1929) nace en Zaragoza, se licencia en Derecho y comienza a ejercer como crítico de cine en “El Heraldo de Aragón” hasta 1956. Ese año viaja a Madrid para estudiar cine en la Escuela Oficial de Cine, todavía IIEC. Sus primeros trabajos son dos encargos a cual más singular: “Brandy” (1964) un spaguetti-western rodado en Almeria y que el director firmó como J.L. Boraw, y “Crimen de doble filo” (1965), un policíaco. Durante algunos años alternará su trabajo en publicidad con la producción de documentales y la escritura de algún que otro guión –“Mi querida señorita” (1971)– hasta que en 1973 y a través de su propia productora dirige “Hay que matar a B” y “Furtivos”. Ésta última es quizá su obra más personal y comprometida de su primera etapa como director. Dedicado durante años a tareas de producción y de escritura, vuelve al cine en 1979 con “La Sabina”, para iniciar una breve carrera en Estados Unidos donde su película “Furtivos”.
Furtivos surge de una idea primigenia de Borau con la que pretendía unir dos elementos: un bosque, con la imagen subyacente de que toda España había sido un bosque, y Lola Gaos, la actriz, un personaje en sí mismo. Con ese punto de partida, Manuel Gutiérrez Aragón y el director construyeron la historia de una madre, el personaje de Lola Gaos, capaz de devorar a su propio hijo. Esa devoración simbólica, transcurre en un entorno rural en el que conviven y mantienen una relación incestuosa, Martina y Ángel, madre e hijo respectivamente. Un día, el hijo, un cazador furtivo apodado “Ángel el alimañero”, en uno de sus pocos viajes a la ciudad, conoce a Milagros, una joven que se acaba de escapar del reformatorio y a la que Ángel acoge en el pueblo. La madre no acepta de buen grado su presencia y la denuncia, pero Ángel, enamorado, está dispuesto a casarse con tal de que Milagros se quede con él. La vida de los tres personajes se ve truncada por la presencia de “El Cuqui”, el novio delincuente de la joven que acaba de salir de la cárcel. La idea del bosque –naturaleza cruel e implacable– como lugar en el que un grupo de personajes son devorados, acosados o perseguidos, es tal vez una de las constantes de la historia.
Para dar vida a esos personajes Borau hizo un cásting singular, sin estrellas y con actores prácticamente desconocidos: Lola Gaos, en su primer protagonista en el cine; Ovidi Montllor, por esas fechas cantautor catalán; y Alicia Sánchez, en uno de sus primeros trabajos, al igual que Ovidi Montllor, que por esas fechas ejercía como más como cantautor que como actor. Reservándose un pequeño papel de “malo” –el Gobernador– para él mismo. A la película se le ha colocado durante años el marchamo de “película de la transición”, aunque el director siempre ha reconocido que Furtivos se concibió y se rodó durante el franquismo. Y lo que es más, el propio Borau se negó a cambiarla o a retocarla, tal y com le solicitaba la censura."
Extracto del libro Atlas Ilustrado del Cine Español (Ed. Susaeta, Madrid 2009).