viernes, 30 de marzo de 2012

"Al borde del abismo", inesperadamente entretenido

Man on a Ledge, en España Al borde del abismo, película de la que ya hablamos en el blog, supone el debut como director en solitario del danés Asger Leth, hijo de Jorgen Leth, amigo, compañero y actor que dirigió junto a su compatiota Lars Von Trier la película Cinco condiciones. Asger hasta ahora se había formado como ayudante de dirección y director de fotografía en multitud de documentales. Su primer trabajo como co-director junto a Milos Loncarevic en Ghosts of Cité Soleil –un semi-documental sobre la vida de las bandas que controlan Haití– dejó muy buen saber de boca. Todas esas experiencias son las que le han servido para aprovechar una trama de misterio, aparentemente convencional, en un thriller trepidante, con un ritmo perfectamente dosificado que no decae ni un segundo y que se paladea como un eficiente producto de entretenimiento.

El guión, obra del venezolano Pablo F. Fenjves –afincado ya en Hollywood–, un autor que ha cimentado su carrera en la televisión y que demuestra aquí su sabiduría en la construcción y en los tiempos, y por supuesto, un punto de giro colocado estratégica e inteligentemente en el momento que preciso.

No estamos ante una obra maestra de autor, sí en cambio frente a un mecanismo de precisión atractivo, entretenido y eficaz pese a la falta de enjundia de su protagonista, Sam Worthington, un actor sobrevalorado que consiguió su cima cinematográfica en Avatar y que, de momento, poco más ha demostrado. Mejor resultado ofrecen actores con menor presencia pero fundamentales en la trama, como Jaime Bell, Kyra Sedgwick y la debutante Genesis Rodríguez, hija de José Luis Rodríguez “El Puma” y auténtica revelación de la película. Y por supuesto nada que objetar a Elizabeth Banks, Ed Harris y a un desperdiciado Edward Burns. Un casting abundante en talentos que resulta equilibrado y funcional.

No vamos a desvelar nada más de la trama: para eso ya están los trailers. Quienes quieran disfrutar plenamente de la película, si pueden, evítenlos.

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miércoles, 28 de marzo de 2012

"Contraband", un remake convencional

En 2008 los autores, novelistas y guionistas Óskar Jónasson y Arnaldur Indriðason escribieron Reykjavik-Rotterdam. Utilizando un estilo muy próximo, visual y estéticamente hablando, al del británico Paul Greengrass en su serie de películas sobre el agente Jason Bourne, el resultado fue un solvente, atractivo e intrigante thriller negro, con un trama que giraba en torno a un personaje redimido, pero cuyo destino le lanzaba de nuevo en las fauces de un grupo de gansters ambiciosos y amorales dedicados al contrabando entre Holanda e Islandia.
Con la intención de repetir éxito y experiencia, uno de los protagonistas de la misma y también productor, Baltasar Kormákur, se ha hecho cargo de este remake rodado en inglés y con la estrella Mark Whalberg como protagonista. Aunque los productores de esta versión insistan en que Kormákur ha querido dar su visión modificando la historia, la realidad es que su trabajo ha consistido, básicamente, en mimetizar guión, logros y hallazgos de la original para rodarlos con un presupuesto mucho más holgado y el presumible pedigrí internacional que supone contar una estrella de Hollywood.

Cómo suele suceder en las versiones realizadas por Hollywood de taquillazas europeos, Contraband no tiene nada de original, al menos para quien haya visto Reykjavik-Rotterdam. Para el resto supondrá un entretenimiento, un producto para pasar el rato con tiros, persecuciones, algo de tensión –más bien poca– y la presencia del ya mencionado Mark Whalberg, de unos desaprovechados Diego Luna y Kate Beckinsale y de un excesivo y estereotipadísimo Giovanni Ribisi.

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viernes, 23 de marzo de 2012

"Los idus de marzo", buenos personajes para malos tiempos

Hace ya bastante tiempo que George Clooney dejó de ser sólo la parte amable y atractiva de una estrella de Hollywood. Gracias a los millones conseguidos en sus películas más comerciales y, por supuesto, a un excelente criterio cinematográfico, la estrella se ha convertido en un instintivo productor y director, además de guionista. Una carrera que arrancó en 2002 con Confesiones de una mente peligrosa, que se confirmó con Buenas noches y buena suerte y que ahora revalida con Los Idus de Marzo.

Esta vez Clooney ha puesto su mirada en la obra de teatro Farragut North de Beau Willimon, se ha encargado de escribir el guión, junto con el propio Willimon y Grant Heslov, y además de producirla también la ha dirigido. Toda una declaración de intenciones sobre su implicación en un proyecto en el que además también ha involucrado –en la producción– a otra gran estrella como Leonardo DiCaprio.

Los Idus de Marzo hace un corte transversal en la vida de un grupo de personajes cuyas ambiciones se mueven alrededor de las primarias de EE.UU. para elegir al candidato demócrata a la Presidencia. Clooney y su equipo consiguen un retrato preciso de todos los personajes, a cual más falso, más hipócrita y más ambicioso. No se trata de un análisis descarnado, y sí en cambio de un relato pausado, demasiado frío en algunos momentos, que fija su mirada en los comportamientos humanos. Bajo la prerogativa de que nada malo puede pasarles a gentes que hacen el bien, lo que sugiere el jefe de prensa (Ryan Gosling) del cuasi perfecto Gobernador Morris (Clooney), los protagonistas consiguen desmontar esa teoría y, forzados por las circunstancias, se despojan de sus máscaras para enseñarnos todas sus miserias.

Los Idus de Marzo pasa a formar parte de filmes entretenidos y didácticos sobre el funcionamiento de las campañas electorales en Estados Unidos, y lo hace bebiendo en fuentes como Ciudadano Kane, El Candidato o las más recientes Cortina de humo y Primary Colors. Sólo cierta dejadez a la hora de plantear y extraer todo el partido a una apuntada trama de thriller, con asesinato incluido, hacen que la película no colme las expectativas planteadas durante su primera hora. Eso y ciertos momentos de apatía por parte de un Gosling excesivamente contenido, hacen que Los Idus de Marzo no haya conseguido la brillantez suficiente como para convertirse en la película del año.

Sin embargo, el enorme talento y la profesionalidad de tres actores fundamentales en la historia, como son Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman y Paul Giamatti, y unos diálogos soberbios e ingeniosos, son suficiente reclamo como para esta cuarta película del George Clooney.

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miércoles, 21 de marzo de 2012

Jennifer Lawrence presenta el 26 de marzo "Los Juegos del Hambre"

Los fans de Jennifer Lawrence y de la novela –ahora película– Los Juegos del Hambre, están de enhorabuena. El próximo lunes 26 de marzo la actriz visitará Madrid para promocionar la película que en EE.UU. se estrena este fin de semana. Warner Bros, distribuidora de la película ha preparado un acto de presentación en el Cine Callao de Madrid a partir de las 20:00 horas en el que participará la actriz y en el que además se proyectarán varias piezas de la película protagonizadas por Jennifer Lawrence.

Los Juegos del Hambre cuenta cómo todos los años en las ruinas de lo que era una vez América del Norte, la nación de Panem obliga a cada uno de sus doce distritos a enviar a un chico y a una chica, adolescentes, para competir en Los juegos del hambre. En parte es un entretenimiento rebuscado y en parte es una táctica de intimidación por parte del gobierno. Los juegos del hambre es un evento televisado nacionalmente en el cual los “Tributos” tienen que luchar entre ellos hasta quedar solamente un superviviente.

La película, adaptación de la exitosa novela homónima de Suzanne Collins, esta dirigida por Gary Ross y protagonizada también por Josh Hutcherson y Liam Hemsworth. Al trío protagonista se le suman actores de la talla de Elizabeth Banks, Woody Harrelson, Stanley Tucci, Donald Sutherland o el cantante Lenny Kravitz. Los Juegos del Hambre se estrena en España el 20 de abril.

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"Katmandú, un espejo en el cielo", lágrimas de frustración

Hay en este sexto largometraje de Iciar Bollain una predisposición hacia la emotividad, y por ende hacia la lágrima. La culpable, entre comillas, es su protagonista, Verónica Echegui, actriz que sin quererlo transmite dosis exacerbadas de empatía. Con su elección, Bollain ya tiene medio camino hecho metiéndose al espectador en bolsillo merced a la bondad –y la empatía– que transmite su personaje central.

Basada en una historia real, Katmandú, un espejo en el cielo, construye su relato en torno a su protagonista, Laia, una idealista profesora catalana que viaja hasta Nepal para construir en la capital, Katmandú, una escuela pública para los niños más pobres. Un viaje que se convierte también en una exploración interior en el que Laia terminará descubriendo el amor de forma inesperada, la amistad y sobre todo la frustración de luchar contra la realidad de un país, de una situación –la pobreza, la desigualdad y la desidia de las autoridades sobre un inexistente sistema educativo– que apenas ofrece salidas. A pesar de lo bienintencionado de la historia, el guión –escrito a medias con su pareja, Paul Laverty, asiduo colaborador del cineasta británico Ken Loach– apenas ofrece respiros emocionales que no estén relacionados con el dolor o el sacrificio: no hay momentos de comedia y la felicidad se nos proporciona en dosis tan reducidas que una vez finalizada la proyección, apenas conseguimos recordar. Al final, todo ese sufrimiento termina por inmunizar y distanciar a un espectador saturado en explicaciones visuales sobre la lucha y la frustración.

A Iciar Bollain, en cambio, hay que agradecerle su compromiso a la hora de hacer cine sin pensar en la comercialidad de sus historias, basando sus elecciones en su instinto emocional. Eso conlleva un enorme riesgo, que suele suplir con la presencia de actores capaces de dotar a sus historias de una profunda empatía, como ya hemos avanzado. Verónica Echégui es sin duda lo mejor del filme: su capacidad de emocionar, la profundidad de su mirada, de sus ojos, su infinita ternura, hacen que muchos pensemos que estamos ante una de las mejores actrices españolas del momento.

Igual de encomiable es la decisión de su directora de viajar hasta el otro lado del mundo –Katmandú, Nepal– para rodar una película tan arriesgada, tan complicada y en inglés. Si el resultado merece o no la pena, el tiempo y la taquilla lo dirán. De momento, su película entra a formar parte de lo más digno del cine español de este recién estrenado 2012.

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martes, 20 de marzo de 2012

"En tierra de sangre y miel", decepcionante debut

Angelina Jolie debuta como directora con una película basada en múltiples historias que la actriz ha recogido durante sus viajes y colaboraciones como embajadora de buena voluntad para ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Y es innegable la buena voluntad que subyace en esta En Tierra de Sangre y Miel en la que intenta sumergirnos la actriz, ahora directora, que además se ha encargado del guión. Lo que suecede es que las buenas intenciones no siempre son sinónimo de buena película, o ni siquiera de una película digna.
El relato que ha construido Jolie resulta un tanto deslabazado, irregular en cuanto a estructura y desigual en la descripción y el interés de los personajes, para terminar apostándolo todo por la parte dura y terrible de la historia. Y es que En tierra de sangre y miel incide, sobretodo y de forma un tanto excesiva, en la sangre, para prescindir totalmente de la miel: no hay ni un solo resquicio que no sirva para mostrarnos el sufrimiento del pueblo bosnio musulmán frente a la brutalidad sanguinaria de los soldados y radicales serbios. En ese sentido el guión divide a los personajes, de forma bastante simplista, en buenos y muy malos. No hay zonas grises y en todo caso, las pocas que hay están contadas de forma tan vaga e indeterminada que el espectador ni las ve.

La presentación de toda esta maldad de forma tan cruda, en ocasiones tan excesivamente realista, nos lleva a pensar que la actriz ha puesto todas sus buenas intenciones en alejarse todo lo posible de la comercialidad que la ha llevado a la cima del cine de acción. Y en esta sentido, sí es loable el intento por no haber sido engullida por toda ese grupo de productores cuya materia gris sólo permite empalagosas historias dramáticas con final feliz.

Una pena que los errores de estructura, de guión, incluso de personajes, no permitan que todo el talento de Angelina brille a la altura de sus trabajos como actriz. Quizá en la próxima película, si la taquilla y los productores se lo permiten.

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viernes, 16 de marzo de 2012

"Indomable (Haywire)", ni rastro de Soderbergh

Steven Soderbergh anunció hace casi un año que se retiraba del cine: lo contamos aquí con motivo del estrenó de Contagio. Pero los tiempos en el cine, como sucede con los estrenos, hacen que todo se dilate más de lo debido. Para desgracia de sus seguidores, por fortuna para el resto, cuando el cineasta soltó esa bomba todavía tenía pendientes varios estrenos. Haywire, rebautizado aquí como Indomable, es uno de ellos.

No se puede decir abiertamente que Indomable sea un trabajo menor, pero sí extraño, atípico y, lo más grave, incomprensible. La primera razón es que se trata de un thriller de acción y espías protagonizado por una mujer, sin apenas tiene persecuciones, con muy pocos tiroteos, contados gadgets electrónicos y la que la trama –que pretenden esconder– es bastante predecible desde sus primeros minutos. La acción de Haywire está condensada en unas cuantas peleas a puño descubierto, un par de persecuciones en coche y otra más a pie. El resto son diálogos entre personajes, tensas conversaciones previas que intentan esconder la maldad y las intenciones de sus protagonistas, incapaces de interesar lo suficiente como para evitar el profundo desinterés que desprende la trama. Con un sonido muy próximo al real, sin apenas música ni efectos digitales, y con una protagonista que mezcla belleza y fuerza bruta a partes iguales, la película, aunque intensa e interesante, termina resultando fría, vaga y distante. La culpa: la falta de empatía de sus personajes que transmite el guión. Un guión que por momentos parece escrito por un discípulo mediocre de David Mamet –tiene la correción del alumno, sin el alma del maestro–, si no fuera por ese distanciamiento que provocan sus protagonistas y que hace que al final nos importe un bledo que la protagonista salga bien o mal parada.

Su protagonista, Gina Carano, ex luchadora de artes marciales, ex campeon de Kickboxing, estrella de programas como Gladiators y modelo de fitness, es una presencia tan de extraña en el cine de Soderbergh como el argumento. Y si el cineasta pensaba que nos la iba a dar con queso colocando entre el resto de sus protagonistas a estrellas como Michael Douglas, Antonio Banderas, Ewan McGregor o un sorprendente Michael Fassbender, pues va a ser que no. Que un elenco, por muy elegante y caro que resulte, jamás podrá convertir un mal guión en una buena película. Y Soderbergh y su Indomable no van a ser la excepción.

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jueves, 15 de marzo de 2012

HBO, David Milch y Michael Mann cancelan la serie "Luck"

El 29 de enero la cadena HBO estrenó una de las series más esperadas del año, Luck, protagonizada por Dustin Hoffman, Nick Nolte, Dennis Farina, Joan Allen, Ian Hart, Tom Payne, Michael Gambon y Jill Hennessy, entre muchos otros, y producida y creada por David Milch y Micahel Mann.
Finalmente, debido a la muerte de varios caballos durante el rodaje de la serie (el tercero en poco tiempo), a las denuncias de PETA (Asociación en Defensa de los Animales) y a los pobres datos de audiencia, sus productores y la cadena, han decidido echar el cierre. Una pérdida terrible, en primer lugar por la gran calidad de la serie y por la presencia de grandes actores como Hoffman o Nolte, a los apenas habíamos visto en la televisión. El último episodio –noveno– de esta serie, que en España emite Canal+, se estrenará el próximo 25 de marzo.


lunes, 12 de marzo de 2012

"El invitado (SafeHouse)", tópicos, tiros y un poco de Denzel

Safehouse, que traducido al español sería algo así como piso franco y que merced al acierto de su distribuidora, y para evitar malas interpretaciones, se ha convertido en El Invitado, supone el salto a Hollywood del novel director sueco Daniel Espinosa, responsable de la inteligente y barata Dinero fácil, estrenada en los cines españoles hace sólo unos meses.

Esta vez, el cineasta ha dispuesto de un abultado presupuesto –se trata de una superproducción de acción– para rodar este primer guión de David Guggenheim, un thriller sobre un ex agente de la CIA que ahora se busca la vida en solitario y que debe hacer frente a todo tipo de peligros, empezando por su propios ex compañeros.

Poco, por no decir prácticamente nada, hay de sorprendente en El Invitado, si exceptuamos un tratamiento más puro de la violencia, los tiroteos y las persecuciones, así como una fotografía similar a la de su primer film, Sangre fácil, más saturada y mejor encuadrada. Ayuda inestimable es haber rodado casi íntegramente todo el metraje en escenarios naturales de la República Sudafricana y poder contrastar los paisajes urbanos con los de los desérticos suburbios. Pero eso, por sí solo, no hace de SafeHouse una brillante película. Para ello, el guión de Guggenheim debería ofrecer una descripción más detallada, más profunda y ambiciosa de los personajes, y una motivación más clara sobre sus orígenes e intenciones. Algo que encontramos en la película sueca de Espinosa, pero que aquí brilla por su ausencia.

Es tanta la acción, tantos los disparos, tantos los muertos, en definitiva tanta la sobrecarga, que uno termina inmunizándose contra la avalancha de disparos y el aturdimiento que provoca la persecución sin tregua a la que son sometidos sus dos protagonistas. Quizá si guionista, productor y director hubiesen tenido las intenciones y la sensatez suficiente como para dosificar y equilibrar su excesiva carga de adrenalina, El Invitado, habría resultado una buena película de acción. La realidad es que semejante desproporción nos hace pensar que toda esa acción no es más que un intento por encubrir un guión flojo, ya visto y con poco interés argumental.

Por suerte, el talento del director, demostrado sobradamente en su anterior trabajo, y la presencia de un siempre interesante Denzel Washington –que nos recuerda lo mejor de Training Day– consiguen mantener cierto gancho en un relato basado, pura y llanamente en la acción.

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domingo, 11 de marzo de 2012

"Moneyball", contención deportiva

Son tantas, tan parecidas en ocasiones y con esquemas tan similares, las películas relacionadas con el deporte –béisbol, hockey, rubgy– que de entrada sorprende que Brad Pitt haya aceptado protagonizar la historia de un manager de la liga de béisbol profesional norteamericana. La razón tiene que ver en primer lugar con que tras ella se encuentran, probablemente, dos de los mejores guionistas que tiene la ficción de Hollywood, que es como decir, quizá, dos de los mejores guionistas del mundo: Aaron Sorkin y Steven Zaillian. El primero curtido en la televisión, donde ha dejado su firma en series tan carismáticas como El Ala Oeste de la Casa Blanca y Studio 60 y también en los guiones de Algunos hombres buenos, y recientemente en La Red Social. Zaillian ha frecuentado menos la televisión, pero de su cabeza han surgido historias tan audaces e inteligentes como la primera Mision Imposible, La lista de Schindler, Hannibal, Gangs of New York, la recién estrenada versión de Fincher de Millenum, e incluso nos ha dejado como director trabajos tan sólidos como En busca de Bobby Fischer o Acción Civil.

Cuesta creer que de esas cabezas y de la de Bennet Miller, director de Capote, no pudiese surgir un relato mínimamente digno. Por eso Moneyball dista mucho de ser la típica película de superación en la que un grupo de deportistas –de fútbol americano, basket o béisbol–, desmoralizados y derrotados al principio, terminan alcanzando las mieles del éxito tras un arduo periodo de dolor y redención. Moneyball no está por la labor. Aquí, con sus tramas y sus matices, Sorkin y Zaillian han optado por describir un hecho real sucedido en 2001 cuando el manager de los Oakland A’s y su ayudante cambiaron las reglas del juego de la liga profesional de béisbol –la tradicional tendencia de fichajes de estrellas– por una estrategia de equipo. Una trama a priori simplona que en sus manos transforma Moneyball en una brillante película, algo excesiva en su metraje pero rotunda en cuanto a intenciones y resultado.

Probablemente no sea la mejor interpretación de Brad Pitt, que sigue abusando de determinados tics –esa insistencia en golpear y tiras cosas a las que ya nos tiene acostumbrado– , pero el suyo es un trabajo digno. Como lo es el de Jonah Hill o Phyllip Seymour Hoffman, quizá los intérpretes que más tiempo se dejan en la pantalla, muy por encima de Robin Wright, quien comienza a repetir apariciones brevísimas e insustanciales que poco o nada ayudan a su carrera.

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jueves, 8 de marzo de 2012

Universal celebra sus 100 años con un trailer que resume la Historia del Cine

Kiefer Sutherland presenta "TOUCH" en Madrid este sábado


Conocido mundialmente por su personaje de Jack Bauer en la serie 24, además de por múltiples trabajos en el cine, el actor presentará su nueva producción el próximo sábado 10 de marzo, durante un encuentro con sus fans en el Cine Capitol del número 41 de la Gran Vía (Madrid). Será a partir de las 19:00 horas cuando Sutherland se dejará fotografiar por sus múltiples fans y de paso dará detalles y pistas sobre la serie que ya ha estrenado su piloto en Estados Unidos. Quienes acudan con la invitación impresa (en la foto) podrán ver el primer capítulo en el mencionado cine.

Touch , creada y escrita por Tim Kring –creador también de Heroes y Crossing Jordan, entre otras– centra su argumento en Martin Bohm (Kiefer Sutherland), un padre viudo que, tras perder a su esposa, encuentra múltiples dificultades para conectar con Jake (David Mazouz), su hijo autista.
Mientras intenta mantener a su hijo alejado de una agente de Servicios Sociales (Gugu Mbatha-Raw), Martin descubre que Jake posee una habilidad muy especial que le permite percibir detalles imposibles para los demás como si fueran lineas que conectan todo en el universo. El padre, desesperado, buscará la ayuda de un profesor especializado en niños autistas (Danny Glover).

El canal de pago Fox estrenará Touch el próximo jueves 22 de marzo en España con un capítulo doble a las 22:00 horas. Y lo hará también de forma simultánea en varios países de América Latina, Asia y por supuesto Europa, incluyendo Italia, Portugal, Polonia, Grecia, Turquía y los Balcanes.

El primer capítulo presenta –de nuevo– las grandes cualidades para emocionar de Tim Kring, a la vez que recordará en algunos momentos la primera temporada de Heroes, principalmente y por similitudes argumentales con el personaje de Mohinder Suresh. Por su parte, Kiefer demuestra que su talento no se circunscribe únicamente a la acción, con un personaje atormentado y comedido, pero que –por lo que hemos podido ver en este primer capítulo– crea empatía y ternura.

miércoles, 7 de marzo de 2012

"Dinero Fácil", corto de Carlos Montero

Dinero fácil, corto dirigido y escrito por Carlos Montero, guionista de series como Génesis, en la mente del asesino, Física o química y El tiempo entre costuras. Se puede ver aquí.

martes, 6 de marzo de 2012

"La mujer de negro", insípido terror gótico

Daniel Radcliffe ha elegido un relato de terror gótico moderno, nacido de la mente y la pluma de la autora británica Susan Hill y publicado por primera vez en 1983 con el título de The Woman In Black, para intentar crecer como actor y superar –tarea harto complicada– la presión de haber interpretado a un atormentado Harry Potter durante diez años y ocho películas. Y puede que no haya sido la mejor elección.

Primero por la ambientación gótica de una Inglaterra rural de principios de siglo XX, transición breve del mundo fantástico de Hogwarts y compañía. Y por supuesto por el componente terrorífico de una historia plagada de fantasmas. Pero lo realmente grave es que en La mujer de negro, guionista y por tanto también el director, prescinden por completo de la trama y los personajes para centrar toda la atención en los aspectos puramente estéticos: desde la niebla, hasta la meticulosidad con la que se ha atrezzado y presentado la mansión que protagoniza la historia, pasando por los velos, los silencios y las oscuridades. Todo está perfectamente predispuesto para el susto. La mayoría de las veces previsibles. Todo rodado de forma elegante por James Watkins –su segundo largometraje– pero totalmente inane, ya que no hay alma, ni profundidad en un grupo de personajes que deambulan, como la propia Mujer de negro, por un guión vacío de todo contenido que no promueva o dirija al espectador hacia el terreno del impactante –y vacío– susto. Es por tanto la presencia fantasmagórica la que provoca tensión y miedo per sé, ya que sus motivos, mal y atropelladamente explicados, nos parecen insuficientes e insulsos.

Quizá la obra de Susan Hill tampoco ofrezca demasiadas posibilidades, al ser concebida como cuento de terror gótico moderno, buscando el efectismo, la acción y un hueco entre los best-seller, más que la profundidad del alma de sus personajes. Eso mismo es también lo que nos transmite un guión flojo y insustancial de Jane Goldman, a quien sin embargo debemos obras notables como X-Men: Primera generación y la adaptación de La Deuda.

Tendrá que esperar a su siguiente trabajo, el joven Radcliffe, para conseguir superar la imagen del niño mago que todavía perdurará algún tiempo en nuestras mentes.

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lunes, 5 de marzo de 2012

Sony presenta el trailer de "Men In Black 3"

"Hugo", fiel adaptación de amor al cine

El año 2011 pasará a la historia por dos circunstancias cinematográficas contradictorias: la primera, la consolidación en las taquillas del cine en 3-D; la segunda el regreso al cine de calidad basado en las historias, los personajes y sus acciones. De forma totalmente paradójica, la última película de Martin Scorsese, Hugo, se cruza en el camino de ambas ya que, partiendo de una novela gráfica, se conforma como un homenaje a los orígenes del cine, pero lo hace utilizando para ello todas las armas tecnológicas a su alcance, y entre ellas, como no, el 3-D.

El material que sirve a Scorsese es esta vez La Invención de Hugo Cabret, una novela gráfica en la que Brian Selzcnick combina la técnica del dibujo a mano alzada y carboncillo realista con el de la literatura. Estamos ante un estilo que cada día empieza a estar más de moda y que en este caso, además de perfectamente justificado, ofrece como resultado una historia apasionante contada con sumo detalle, con mimo y con enorme pasión hacia el séptimo arte. Selzcnick utiliza la novela histórica, es decir personajes reales en su propio contexto, pero dotándoles de cualidades muy próximas a las de los cuentos de hadas. Por eso La Invención de Hugo Cabret es lo más parecido a una obra maestra en su género, y seguramente por eso el cineasta puso sus ojos en este proyecto para llevarlo a la pantalla.

Scorsese ha respetado muchos de los momentos que aparecen en la novela, entre otras razones porque su presentación es inmejorable, incluso para el cine. A cambio, y puesto que se trata de homenajear al cine desde el cine, ha contado con un material con el que ni la literatura, ni la novela gráfica, pueden igualar: las películas originales de ese brillante ilusionista y mago teatral que fue Georges Méliès. Aún siendo una ventaja, Scorsese, sin embargo, ha sido incapaz de trasladar por completo la profundidad de la historia, y al final su relato, con toda su compleja arquitectura cinematográfica, no consigue empatizar y emocionar al mismo nivel que lo consigue Selzcnick en su novela.

Quizá la excesiva –aunque necesaria– preocupación por los detalles técnicos han desviado la atención de la necesaria humanidad de los personajes. Scorsese se ha dejado llevar por un material –el mismo con el que están hechos los sueños, como se decía en El Halcón Maltés– novelesco plagado de acciones, para detenerse muy poco en la construcción de sus personajes.

Pero incluso con esos inconvenientes, Hugo es una obra más que digna, que en estos tiempos de tecnologías y efectos abusivos, nos ayuda a comprender el por qué de la magia del cine. No es casualidad que las dos películas que con mayor cosecha se presentan a los Oscar –The Artist y Hugo– nazcan de sendos homenajes a los orígenes del cine. No vamos a contar nada más sobre el argumento o su desarrollo, entre otras razones porque cuanto menos sepamos de ella, más podremos disfrutarla.


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