miércoles, 9 de noviembre de 2011

"Contagio", gélido thriller médico

En marzo de este año Steven Soderbergh anunció que dejaba la dirección de largometrajes, por cansancio y probablemente por aburrimiento. La suya es una carrera a través de una autopista con dos carriles. En uno de ellos, Soderbergh se ha permitido el lujo de escribir y dirigir películas tan personales, singulares y originales, como frías y aburridas. Solaris y El buen alemán son claros ejemplos de ello. En el otro, seguramente por el que le conocerán quienes frecuenten las salas de cine comercial, se encuentran taquillazos como Un romance muy peligroso, Ocean's Eleven y sus dos secuelas. Y entre ambos ha firmado películas tan interesantes como Traffic o Erin Brokovich, probablemente sus dos mejores y más reconocidos trabajos.


Su toque moderno –para algunos críticos pedante– como realizador ha quedado definido en muchos de sus trabajos, un sello que se ha hecho evidente sobre todo en Traffic. Quizá por esa razón Soderbergh ha intentado repetir la experiencia en Contagio utilizando para ello una estructura narrativa similar. Y durante más o menos una hora lo consigue gracias a su pulcritud de documentalista, analizando con total frialdad el proceso de contagio de una mortífera epidemia bacteriológica. A partir de su víctima cero, una ejecutiva ejerciendo de relaciones públicas en Hong Kong –Gwyneth Paltrow– y con un guión centrado en los aspectos médicos y políticos, el director avanza con buen ritmo por el sendero del thriller científico.

En un determinado momento, el relato se nos presenta casi como un frío y terrorífico documental sobre zombis. Sólo que los zombis no son tales, sino personas de carne y hueso, las mismas que hace un par de años clamaban por su vidas mientras los autoridades mundiales escondían bajo llave la realidad del tan manoseado virus de la Gripe A. Y ahí es cuando se hace patente el principal problema de Contagio: su falta de empatía, su nula capacidad para emocionarnos con las vidas de sus protagonistas. Ni siquiera la ventaja de contar con un casting plagado de estrellas tan contundentes y emocionales como Marion Cotillard, Kate Winslet, Gwyneth Paltrow, Lawrence Fishburne, Jude Law o Matt Damon –utilizados todos como mero reclamo para publicitar el filme– sirve para acortar distancias con el espectador.

La realidad es que Contagio asusta por su frío realismo político, y su estética –más próxima a La amenaza de Andrómeda que a Estallido–, realzada por una música hipnótica, sirve, básicamente, para que el resultado sea el de una película de terror sin sustos, sin buenos ni malos y con muchísimas zonas grises –el personaje de Matt Damon es inmune al virus, pero nunca se llega a explicar porqué, mientras el de Marion Cotillard queda relegado durante buena parte de la historia– que el guión no ha sabido ni plantear ni resolver. Es un Soderbergh sin artificios ni edulcorantes, que gustará a los fans de sus relatos más personales y desmotivará a quienes esperen un thriller más dramático y comercial.

2 comentarios:

Pá Cassà dijo...

Si dices que Solaris es una película fría y aburrida es que no entiendes mucho de cine. Esperemos que los que manejan el cotarro cinematográfico en este país no se acerquen ni por asomo a tus argumentos... Estaríamos perdidos...
Me parece muy fuerte que en un blog de cine alguien comente que Erin Brockovich es mejor película que Solaris. Este debe ser uno de los grandes problemas de internet: Puede llegar cualquier ser ocioso, coger su portátil y unos nachos con queso y defenestrar el trabajo de otros a golpe de teclado.
A mi no me gusta especialmente Solaris o no es de mis favoritas, pero se diferenciar una buena película de una pieza de entrenimiento para adolescentes.
No soy nadie para dar consejos, pero tú lo necesitas. Abre los ojos y analiza lo que te rodea, si no lo haces estarás comiendo mierda sin darte cuenta, aunque por tus pensamientos aquí expuestos, ya veo que posiblemente vayas casi diariamente a Mc Donalds.

D-cine dijo...

No tienes por qué estar de acuerdo conmigo, como veo que sucede. Lo que escribo aquí son avances y artículos de opinión como este. Y si estas cosas no se publican o no se pueden publicar en un blog de cine, dime tú dónde. No suelo comer mierda y apenas visito McDonalds (no me gustan los nachos con queso, aunque sí con el guacamole que hace mi chica), aunque agradezco tus consejos. Un saludo Pá.